"Masacre de Mejor Esquina" (1997) Fernando Botero

La pintura de Fernando Botero titulada “Masacre de Mejor Esquina” es la clara representación de la violencia paramilitar colombiana que nace precisamente con la incursión de un grupo de hombres armados al corregimiento de Mejor Esquina, Córdoba. Ese día cayeron asesinadas cerca de treinta personas cuando personas que portaban prendas privativas de las Fuerzas Armadas, comandadas por los hermanos Castaño, entraron disparando despiadadamente a una pequeña tienda donde departía un grupo de jornaleros.

Pese a no ser un amante de la obra del artista colombiano en cuanto a la forma en que retrata el cuerpo humano, cada una de sus pinturas tiene la particularidad de ser un pedazo de la historia nacional. La estructura casi cuadrada de la pintura abarca el espacio necesario para ser la fotografía del momento exacto en el que inician los disparos. La iluminación emanada de los dos bombillos que están sobre la escena permite identificar el por qué de las sombras. La decoloración de los muertos frente a los q aún viven y se cubren sus rostros resalta la preocupación por los detalles del autor.

Pero retomemos lo dicho en un principio: lo que más llama la atención en la obra de Botero no son figuras estilizadas ni su capacidad para establecer la profundidad de campo, sino lo que las pinturas retratan, la realidad de un pueblo que vive entre la violencia y el folclor de las fiestas. Lo que me impacta y emociona de esta obra específica es la expresión en los rostros de cada uno de los personajes que en ella aparecen. No es sólo el pánico de las balas, la angustia en los rostros de quienes saben que van a morir, también es la sevicia de aquellos que disparan sin resquemor. Los paramilitares llegaron tal como se observa en la pintura: en medio de la noche de un sábado en que las fiestas y el sonido de la música se interrumpieron por el crujir de la pólvora. La historia que se cuenta aquí es más emocionante e impactante gracias a la capacidad de recrear del artista.