miércoles, 16 de febrero de 2011

EL GRITO

El Grito (1893) – Edvard Munch
“El friso de la vida”


Edvard Munch influyó en gran medida con su arte en el movimiento expresionista. A través de éste pretendía mostrar la vida emocional de las personas resaltando situaciones como la muerte. El grito pertenece a la exposición denominada “El Friso de la vida” donde expresó diferentes emociones relacionadas con el amor, la vida y la muerte.

El Grito es una obra que expresa y transmite diferentes sensaciones y lo hace por medio del color, las líneas, el movimiento y la iluminación. El cuadro deja ver una figura humana con una expresión angustiante ubicada en un puente con el atardecer de fondo. También se revelan dos figuras detrás del personaje principal.

Así pues, lo que más me gusta de la obra es el contraste que utiliza el autor para plasmar las ideas. Esto se evidencia en el uso que le da a los distintos elementos y a través de los cuales logra transmitir un sentimiento claro. Sin embargo, este último puede partir de circunstancias adversas que afectan al personaje como puede ser la situación social, una relación amorosa, entre otras que cada observador puede encontrar.

Para mí, El Grito es una representación de la angustia del hombre frente a las situaciones sobre las que no puede tener control y que lo llevan a la desesperación, la desilusión, el pesimismo y una lucha constante consigo mismo. Además, el autor lo lleva a tal límite que la persona se ve demacrada, acabada físicamente, lo que permite observar ese contraste entre la vida y la muerte. Asimismo, el atardecer del fondo, refuerza la idea anterior acerca de que la persona está al borde de un colapso de sentimientos, debido a que muestra ese límite que queda entre el día y la noche.

Esa contraposición de ideas, Munch, las hace visibles a través del uso de tonos cálidos, como el naranja y el rojo, contrastados con colores fríos como el azul, los cuales coloca en trazos ondulados que dejan ver un movimiento lento, pausado. También se hacen evidentes con el uso de la luz y la sobra que entremezclan los sentimientos, las preocupaciones y las ansiedades que sufre el hombre a lo largo de una vida trágica.

Es interesante ver como la obra muestra los conflictos internos que agobian al hombre, que no lo dejan apreciar las cosas que se encuentran a su alrededor ni ser feliz, lo que lo lleva a vivir en depresión y a sentir el dolor y el sufrimiento hasta el extremo. También me gustan las dos figuras que aparecen en perspectiva en la sobra, pero que hacen a la vez de observadores silenciosos de aquel hombre sin rumbo; ellos lo miran como si juzgaran sus acciones, aumentando el sentimiento de desesperación.

A pesar que la pintura tiene muchos aspectos positivos y goza de un sello estético reconocido por su belleza y expresividad, considero que la ubicación del personaje principal hubiese podido tener un protagonismo mayor. Aunque está en primer plano, el fondo y el entorno resaltan más que la misma expresión del personaje. En mi opinión el rostro del hombre, su forma y lo que transmite, tiene una carga de significación muy fuerte dentro de la obra y el tamaño, tal vez, es muy reducido para apreciarlo a profundidad.
Ana María Sarmiento Martínez

1 comentario:

  1. Es una pintura preciosa, que por lo que cuentan tambien tiene una historia.

    A mi por lo menos me encanta este cuadro !!

    Saludos

    ResponderEliminar