miércoles, 16 de febrero de 2011

Una tarde en la Gran Jatte


Tatiana Montoya M
200720221

                                Una tarde en la Gran Jatte (1886)
                                Descripción: Óleo sobre lienzo. 202 x 300 cm.
                                Localización: Instituto de Arte de Chicago
                                Autor: Georges Seurat



Siempre me ha llamado mucho la atención el puntillismo y la forma con la que, teniendo en cuenta las dimensiones del cuadro, tal cantidad de puntos crean una obra tan detallada como ésta. Así mismo, me inclino más por el realismo y la representación de las formas tal y como se pueden percibir en la realidad.

Es con este tipo de obras que uno se pregunta ¿cómo alguien puede hacer algo de tal manera?. Y aún así conociendo la historia del cuadro, con cosas como que Seurat tardó dos años en terminarlo, se torna, de cierta forma, inexplicable tanta perfección.

Son varios los elementos que hacen de esta obra lo que es. Cada punto y cada color con el matiz preciso para imprimir sombra o luz según corresponda, hacen que la escena se sienta y que el espectador se halle complaciente con la situación y el lugar.

Así mismo, es inevitable recrear la situación de cada una de las personas que en el cuadro aparecen, pues se presentan realizando diferentes actividades y con un sinnúmero de objetos diferentes. Como por ejemplo, el hombre con su pipa contemplando el Sena, la pareja de enamorados o la mujer paseando con la niña.

Sin embargo, las figuras aparecen planas y se las puede ver sin mucho movimiento, debido a que, por ejemplo, la ropa no presenta pliegues tornándose compacta y pesada.

De igual manera, no me gusta la forma con la que Seurat pintó el follaje del árbol que está ubicado a la izquierda del cuadro, pues no se ve tan definido en comparación con los demás elementos, está tan difuminado que puede verse como una mancha.

No obstante, aprecio la perspectiva del cuadro y adoro el horizonte, que se puede ver en la parte superior izquierda, con el cielo y sus nubes, las montañas y el árbol, pues le dan dimensión y profundidad a la escena.

Sencillamente me encanta este cuadro sobre todo teniendo en cuenta la técnica con la que fue realizado.




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