miércoles, 23 de febrero de 2011

ROJO CON MUSA

Ubicación: Museo de arte del Banco de la República
Taller Rojo con Musa
. 1998. Oleo sobre tela.
Artista: Santiago Cárdenas .



Por: Jenny Bernal   (Universidad de La Sabana)
En esta obra de arte realizada por Santiago Cárdenas en oleo sobre tela en 1998, cuyo nombre es Taller Rojo con Musa, se observan diferentes colores como amarillo, blanco, azul, gris y rojo. Este último marca una tendencia única en el cuadro pues es el más prominente. Se observa una obsesión por desintegrar uno a uno cada color, se hace un juego con la luz y con la posición de los objetos por doquier, entre ellos, la figura humana a simple vista parece un reflejo.
Flores, mesas, sillas y un marco se observan al fondo, pero la imagen más relevante  que se ve es una escultura en donde sus miembros superiores e inferiores aún no están esculpidos totalmente.
Se puede inferir que el lugar es un taller de escultura, sumado a que no hay un orden  en las pinceladas, dándole un toque de desarreglo, pero a la vez de frescura. Sin embargo, al reunir visualmente las líneas con el volumen, se crean diferentes formas dentro del espacio determinado por la tela, a lo que sumando las  manchas (entendiéndose como trazo no definido), se establece una especie de ritmo, que hace mágico el cuadro.

Por otro lado, esas mismas características se ven presentes en un taller de confección de moda, pues para la moda no existe un conducto regular, ni un estilo establecido, simplemente se va dando al azar y ante la imaginación de cada diseñador. Entonces, se podría decir que existe gran variedad en la carta de colores, el color rojo de fondo es tomado como la tela principal con la que será elaborada la colección de vestidos,  aunque existen trozos de telas esparcidas por todo el taller de confección, las cuales parecen de un material muy fino y extra delgado, gracias a su transparencia. El elemento que se roba el punto de atención, la escultura, es usada como maniquí, como aquel instrumento de ayuda para la medición y confección de las prendas.
En la moda existe una mirada hacia el mundo de los objetos triviales referenciándolos como diferentes estilos de vida que tienen los seres humanos, por ello la confección de lo inusual como un elemento característico de determinado diseñador, su sello personal. De esta manera fija su interés en guiar los diseños hacia las costumbres y los gustos de una sociedad consumidora, la cual compone lo que se define como el mundo material,
de la misma manera como se muestra en la obra.
Como accesorios de los diseños, las flores juegan un papel muy importante. Pueden ser colocadas sobre las prendas confeccionadas o como adjunto en  los desfiles realizados.
Así como las flores son usadas como herramienta para la moda, dentro de la obra el artista las utiliza con la famosa y cautivadora técnica de Trampa ante el ojo o mejor conocida como trompe-l·oeil, para resaltarlas y darle una sensación de tridimensionalidad, es decir, que pareciera se salieran del lienzo. De esta manera  logra atrapar la percepción del público y entra en juego la “mirada de doble vía”, es decir, lo que el objeto muestra y/o lo que el observador quiere ver.                             
Este aspecto sucede a menudo en la moda, pues las tendencias son hechas según la perspectiva del diseñador, pero es el asistente a las pasarelas quien define a su modo el significado real de lo que mira.

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