viernes, 11 de febrero de 2011

Explosión en una catedral




Explosión en una catedral
Max Ernst

Se trata de un lienzo rectangular dispuesto horizontalmente. Lo enmarca una especie de madera- también rectangular- que en sus esquinas remata con unos arabescos tallados. Los bordes más externos, que responden al movimiento que en los vértices es evidente, no son rectilíneos pero si simétricos. Su sinuosidad se va corrigiendo de afuera hacia adentro , acabando en unas líneas rectas que lindan con la tela. La pintura dorada que reviste esa especie de madera ,empata especialmente del lado izquierdo del lienzo , donde se acumula una masa de un color cercano al dorado-y de otros colores-, que por el contrario de la madera no parece esmaltado. Por su tamaño con respecto a la distribución general de los colores, la masa de la izquierda sobresale.
Ahora, parece ser evidente una cierta dirección-al menos del color- en la obra. Desde la esquina superior izquierda hacia la esquina inferior derecha ,se experimenta el descenso de la intensidad de ese color cercano al dorado, inversamente proporcional a la aparición de campos de color negro-como fondo-. En parte, ese fuerte contraste entre el negro y el “dorado” ,de la esquina inferior derecha , permite fijar la atención sobre otra serie de colores que se presentan en la tela. Colores que por momentos aparecen medianamente uniformes , pero que también se encuentran solapados, a veces colisionan o son suprimidos. Colores variados que son arropados por un omnipresente “dorado”.
Aparte de la disposición, el equilibrio o la direccionalidad que se le puede atribuir a la composición  en cuanto a lo pictórico , através de la  concreción o lo diáfano de esos segmentos de color , aparecen líneas compuestas y prolongadas de todo tipo, pero que  en su mayoría están conformadas a partir de cortas líneas ortogonales que describen cuadrículas, triángulos e incuso circunferencias. La irregularidad de las formas que en el espacio están descritas conservan una unicidad pese la explícita dispersión .  
Nicolás Vizcaíno Sánchez

Universidad de los Andes

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