miércoles, 16 de febrero de 2011

Vientos. Mixta. Alfredo Araujo

Vientos.Mixta
Alfredo Araujo Santoyo
Por: María Paula Gómez T.
Al ver esta pintura pienso en una mujer totalmente alejada de todo lo que la rodea, incluso para mí, el hecho de estar sin ropa, me hace pensar que se siente totalmente desinhibida y libre, tal vez en sus  propios pensamientos o en los de alguien más. Eso me gusta de esta pintura, que no utiliza líneas precisas y derechas para pintar a una mujer perfecta sino que está expresada como algo movible, no estático ni perfecto, sino como algo suave, como una persona frágil e íntima en su propio mundo.  Me gustan las sombras que se crean difuminadas en la parte superior de sus piernas y en la parte de arriba de su cabeza, es como si ella fuera algo místico. El uso del blanco a la derecha y al otro extremo de ella es como un contraste de luz que le da a la pintura una especie de profundidad en donde ella resalta en todo este mundo íntimo y personal. Me gusta la manera en que el pintor puso los colores sin definir, entre mezclados y difuminados, eso le da una textura increíble casi de otro mundo, sin líneas fuertes sino más bien suave, como si las hubiera esparcido con la mano, lo que le brinda mucho movimiento. Me gusta también que el uso de colores tan fuertes como el rojo oscuro con negro,  junto con el desnudo de ella, le da al cuadro la sensación de algo cálido y profundo, nada frio que va muy bien con la expresión de su cara como si pensara en algo muy personal pero a la vez algo que no sabemos si le da tranquilidad o tristeza pero definitivamente no es un momento de alegría total.
Sin embargo, no me gustan dos cosas especialmente de esta mujer. La manera en que el artista pinto las manos la hacen ver muy masculinas. Lo mismo pienso de la espalda. El uso de colores tan oscuros en varias partes de esta y en las manos no le da la delicadeza que ella irradia con otros rasgos.  Por ejemplo, en cambio, su cara y su cabello sí le dan una delicadeza única, los rasgos y el cabello delgado y liso le dan la sensualidad. Pienso que las manos y la espalda de una mujer, especialmente en este caso, en donde es lo que más se ve, son muy importantes y son característicos de la feminidad. En este caso se acercan mucho a las de un hombre por sus rasgos fuertes, lo que hace un contraste que, en mi opinión,  no la definen en su totalidad como lo que está expresando en la pintura. Es decir, me hubiera gustado que la textura de su cuerpo fuera más suave sin dejar las sombras y el misterio a un lado.


 

1 comentario:

  1. Sus obras, de un realismo conmovedor, dejan ver un conocimiento profundo de la anatomía, pues a pesar de su edad, Alfredo ha realizado un intenso trabajo en el estudio de la estructura del cuerpo masculino. Desde niño modelaba los superhéroes en plastilina. “Prefiero la estructura masculina –explica- porque es la que mas conozco. Además, el cuerpo del hombre permite torsiones más fuertes, más violentas. Los movimientos fuertes en el cuerpo masculino, chocan en el cuerpo femenino”.

    De aquí proviene lo que no te gusta de la pintura ...... Saludos Juan David Rojas

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