jueves, 10 de febrero de 2011

Elementos bajo un eclipse


Enrique Grau
Óleo sobre tela
1957
Museo Nacional










Por Laura Mesa H.

Teniendo en cuenta que para esta obra, el autor se encontraba en un periodo en donde variaba frecuentemente de estilo, en 1955 a 1956 cuando vivió en Florencia, a donde fue a estudiar pintura mural en la Academia de San Marcos, Grau concreta lo más característico de una de las fase de su proceso creativo: la recreación de la realidad a partir del cubismo.

Esta pieza artística de Enrique Grau, es una muestra de la aproximación a la abstracción retomando elementos del cubismo. Este movimiento artístico es considerado la primera vanguardia, ya que rompe con el último estatuto renacentista del siglo XX, la perspectiva. El autor intenta desaparecer por completo la perspectiva tradicional dibujando figuras geométricas que representan la naturaleza de algo. Por medio de la fragmentación de líneas y superficies, nos muestra figuras indescifrables, lunas menguantes, triángulos entrelazados, todo dentro de un mismo plano.

En esta obra no hay sensación de profundidad, el autor nos muestra un mundo alejado de un único punto de vista y al contrario, es evidente que cada espectador dará su propia interpretación a lo que está viendo, esto también gracias a la supresión de detalles en la obra.

Por otro lado, en la época en la que se realizó la pintura el autor, luego de realizar un viaje a México, comenzó a utilizar colores más vivos sin embargo en esta obra hay contraste de algunos tonos apagados. Aquí el manejo de los colores insinúa sombras que pueden llevar a pensar en luz u oscuridad dentro de la pintura.  Gracias a la utilización de tonos como los grises, verdes, marrones y azules, sugiere una diferencia entre lugares interiores y exteriores; se puede decir que en el azul hay una noche llena de lunas.

Esta pintura pertenece a la época en la que el autor empezó a estilizar las figuras y reducirlas a la expresión más básica en donde predominan las naturalezas muertas en su obra, por esa razón el manejo de las formas y las líneas en la superficie fragmentada junto con la posición de los elementos, exponen que la mayoría de estos, están en reposo dentro de la imagen. La textura es plana y no se ven las pinceladas suaves, se ve por el contrario, una pintura firme en el lienzo, lo cual revela también la ausencia de movimiento de los elementos.

Por último, este óleo le mereció a Grau, ser el ganador del primer premio en pintura del X Salón Nacional de artistas colombianos de 1957.

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