Es difícil elegir una sola foto de Eugenio Recuenco, cada una tiene una magia propia y habla de una historia diferente. Sus fotos tienen un sello propio que las hace fácilmente identificables, pero la creatividad de este artista convierte en único cada retrato que toma.
Eugenio Recuenco estudió Bellas Artes con la intención de ser pintor pero, según él, cada vez más iba incorporando fotos a sus cuadros. Esas fotos fueron tomando fuerza y espacio en el cuadro. Poco a poco, sin darse cuenta, se hizo más fotógrafo que pintor.
Puedo empezar a resaltar lo que me gusta de esta obra al hacer notar la forma en la que parece que Recuenco juntara la fotografía, la pintura y el teatro y los pusiera juntos en esta bellísima obra de art.
De esta forma se puede ver con respecto a la fotografía que analizamos que gran parte de su obra hace referencias a la pintura, aunque también se puede encontrar muchas referencias a la cultura pop y al cine.
Me gusta de ésta obra el papel de la mujer, como buen fotógrafo de moda, Recuenco la usa como personaje fundamental. Admiro la forma en la que logra combinar unos buenos vestuarios con escenarios casi teatrales, lo que hace de él un fotógrafo con un estilo muy definido. Ver esta foto es como trasladarse a un cuento siempre con una historia detrás.
Al ver esta fotografía me encanta la forma en la que el autor reinventa la historia de Caperucita Roja y nos la cuenta muy a su manera transportándonos a una nueva propuesta de fantasía.
Me gusta también de esta fotografía, que hace parte de la colección de cuentos de Recuenco y que ha sido publicada por la revista Vogue, la forma en la que se maneja la luz. Se puede ver un punto de luz que ilumina la escena. Varios críticos dicen que esto es una característica de cuadros clásicos, tal vez esto sumado a un decorado antiguo hace que la semejanza sea grande.
Lo único que podría no gustarme de la fotografía es la sensación de frivolidad y superficialidad, esto puede ser debido a que ha sido muy retocada. Soy consciente de que esto es un sello personal del autor, pero considero que un toque mayor de naturalidad daría a la foto una mayor transparencia, tal vez transmitiría de mejor forma los sentimientos del fotógrafo y ampliaría la experiencia de quien la admira.
Mirna Amador-200710324
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