jueves, 10 de febrero de 2011

Sueño Rojo


Guillermo Wiedemann

The red dream (el sueño rojo)

1964

Oleo sobre tela

Museo Nacional de Colombia

La obra está ubicada sobre una de las paredes del tercer piso del Museo Nacional, junto a un muro artificial, rodeado por dos obras que la encasillan. El objeto es plano, pero tiene colores que producen en ella el efecto de profundidad, también intenta transmitir cierta levedad, como si las figuras centrales flotaran y salieran del objeto. Las figuras que se encuentran junto al marco se ven profundas, quizá hundidas en el cuadro, el color que domina la obra es el rojo y quizá sea este el culpable de esa “levedad”.

El cuadro está compuesto por láminas, cuadrados y rectángulos, que se superponen y en ocasiones permiten ver los tonos aplicados en capas anteriores. La mayoría de estas figuras son rojas unas más oscuras que otros, tonos, tintas y sombras de rojo, impregnadas de pinceladas rápidas, movimientos ligeros y dinámicos de amarillo, blanco entre otros que le dan un aspecto sucio y descuidado al cuadro, un aspecto, libre, despreocupado, pero al mismo tiempo, a causa de esas figuras “geométricas”, un aspecto controlado, riguroso. Ningún color es plano, todos están sucios, impregnados de otros colores que, en algunas zonas del cuadro, asemejan al descuido, como algo que escurre o que se está ahumando

Pero algo rompe con la armonía, con la forma en la que creemos que el cuadro funciona, sus líneas sus cuadrados y sus rectángulos dejan de flotar, por una línea (garabato) que nos recuerda que se trata de una superficie plana, preparada y embadurnada de oleo. Esta línea amarilla, en el centro del lienzo, intenta formar algo, quizá una firma o quizá sigue con el juego libre de hacer movimientos rápidos que vuelven a evocar esa libertad y ligereza de la mano del artista, pero que también lo encasilla y los remite a un marco.

Puede decirse que ese “encasillamiento” también está en el espacio dispuesto para la obra, al ser en marcada por esos dos muros, se acentúa la sensación laberíntica y de levedad gracias a la superposición de planos y los tonos rojos, blancos y negros de la composición.

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