sábado, 26 de febrero de 2011

PAISAJE DE ÁNGELES. (1964)

Por: Catherine Marcelo.

Una pintura realizada por el artista Alejandro Obregón, utiliza óleo sobre madera, aplica un contraste de colores cálidos como: el rojo, naranja, amarillo, blanco y colores oscuros como: negro, morado, verde oscuro. Puede decirse que en algunos sectores de la pintura hay una división clara de los colores, pero en el centro del cuadro hay una concentración de tonos que se difuminan de una manera brusca e impar. Hay líneas verticales definidas que cambian de dirección para convertirse en ondas que suben y bajan. No hay utilización de figuras geométricas, más bien hay variedad de trazos que pueden construir figuras ovaladas, puntas agudas, líneas horizontales y delgadas. Por último se puede decir que hay una profundidad de campo en la medida que hay una división de objetos o colores en diferentes niveles y posición, lo que hace que algunos objetos se acerquen más al espectador.

Las líneas verticales que cambian de dirección dan a entender que el cuadro quiere mostrar un paisaje, se evidencian unas montañas al fondo del cuadro y los colores dan a entender que se trata de una temperatura tropical, aunque el cuadro haya contraste de colores oscuros y fríos, el rojo del fondo produce un clima de calor y de tensión. Los trazos de pintura que se unen en el centro muestran una lucha de la claridad y la oscuridad que se confunden entre sí, y detrás de ellos dejan rastro de sus colores. A mi parecer la composición de todas las formas, trazos y colores forman en el centro una imagen de un hombre que lucha contra el otro hemisferio oscuro, por la manera en cómo fue pintado, se puede inducir una lucha, una gran fuerza, un obstáculo.

Paisaje de Ángeles fue realizado en la década de los 60, donde el auge de las guerrillas y su pérdida de ideología, inspiró a los grupos armados a ejecutar actos violentos no sólo en las zonas urbanas sino en las zonas campesinas y rurales de Colombia. Desde ese momento en adelante, el artista Alejandro Obregón, que siempre había criticado la violencia en la mayoría de sus obras, fue estimulado a mostrar la violencia como lo que es: cruda, salvaje y nostálgica.

El paisaje es un espacio en el contexto colombiano en donde la violencia inundaba cada espacio de la nación y la convertía en rencor, venganza y locura. El artista muestra su impacto utilizando matices de colores rojo y violeta, muestra la lucha entre dos fuerzas, la violencia y la vulnerabilidad. La parte central del cuadro muestra una sociedad con rostro difuminado, el rostro de cualquiera de nosotros los colombianos. La situación en medio del paisaje es ambigua, no se puede explicar, solo suscita un clima de nervios y de imposibilidad, ésta es tan fuerte que se evidencia en la focalización del cuadro, que ya no es el fondo, un paisaje de Colombia y todo su esplendor, sino se enfoca en el centro, en el escenario inexplicable de la violencia.

La opinión de Obregón se hace presente en cada trazo de la obra, como mencionaba Juan Gustavo Cobo, poeta y crítico literario, lo que Alejandro Obregón quería mostrar es que las personas olvidan muy rápido todo lo que la violencia ocasiona, pero una pintura no perdona, ésta es completamente fría.

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