jueves, 17 de febrero de 2011

Retrato de Mulata Caribeña


Este retrato, llevado a cabo en carboncillo, hace referencia a lo que se conoce como mulata, aquella mujer bella que surge de la mezcla racial entre el blanco y la negra (comprobado por los rasgos propios de la mujer, nariz ancha, boca grande, color de la piel) que alude a los tiempos de la colonia, momento cruel, triste, sangriento de la historia latinoamericana. A pesar de los recuerdos que dicha obra pueda propiciar, es un retrato suave de esta mujer cuyo nombre se desconoce mirando fijamente a los ojos del espectador. Su mirada profunda y un poco desafiante hace liberar la obra de tensión negativa y la envuelve en un ambiente cálido, abrazador y, si es posible, sensual.

Y, tal vez, lo que más me gusta de esta obra, cuyo pintor y procedencia es desconocido, es la simpleza con la que nos muestra una noción de belleza diferente, sus trazos sutiles deja a la retratada ahí, a la vista, aproximable y posiblemente conocida en el día a día. Por ello es posible decir que, aunque pareciese un retrato elaborado hace muchos años, es una obra que trasciende a través de los tiempos, que puede existir y ser posible en cualquier tiempo de la historia o del futuro.

La interacción entre la luz, la sombra y la profundidad de la obra hace de este retrato una pieza bastante realista, como si fuese una fotografía de una mujer mulata joven. Dicha interacción puede darse por el contraste entre la piel morena y la manta blanca que tiene en su cabeza, como un recuerdo constante de su pasado y procedencia, y la comparación intransigente entre el blanco y el negro, lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad.

Me gusta particularmente esta pieza porque es como una invitación tanto del artista para conocer a este ser humano, como de la mulata retratada para indagar a imaginar mundos posibles, el mundo que ella en su momento caminó. Y sin conocer al artista, ni descifrar la firma implantada en la parte inferior derecha ni reconocer una técnica específica es posible ver una realidad, aquella que se vive particularmente en las zonas costeras donde se ven caminar mulatas por doquier.

Y, a pesar de su cotidianidad, su mirada y su gesto nos invita a preguntarnos: ¿quién es? ¿Cómo se llama? ¿Cuál es su historia? ¿Por qué fue retratada?

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