martes, 15 de febrero de 2011

"Emilia" de Adriana Duque


Adriana Duque es una fotógrafa colombiana que ha trascendido los límites nacionales y ha logrado llevar sus obras a otros lados del mundo, tales como España.

Gran parte de su obra consta de mezclar estereotipos colombianos, con ideas fantasiosas, mundos y personajes irreales que se sienten como si fueran sacados de cuentos de hadas.

La serie que más me llamó la atención es la de Infantes, y la obra en la que me quiero enfocar hoy es “Emilia”.

A diferencia del resto de las obras de Duque, ella no trabaja con estereotipos en este caso, sino que se va hacia otra dirección absolutamente diferente. A pesar de que sigue trabajando con niños, lo cual es una constante en su trabajo, la manera en que lo hace, cambia.

Me llamó la atención la idea de que en la obra “Emilia” no existe un tiempo ni un espacio en particular. Consta de un fondo negro que hace resaltar la figura de gran manera. La ropa que trae Emilia puesta podría bien ser de una época anterior o simplemente que una mamá quiso vestir de una manera rimbobante a su hija. Me gusta esta idea atemporal y sin espacio particular, porque puede llevar al espectador hacia cualquier sitio en su imaginación. Al no tener un espacio demarcado, y sin elementos distractores, se puede reconocer que hay gran expresión en la imagen y que no es necesario introducirle más objetos porque podría, no mejorar la imagen, sino distraer al espectador de la figura de la niña, que en este caso, es lo que debe tener importancia.

Me gusta la idea de mantener algo de inocencia en esa niña. A pesar de que me asusta la imagen y de que es absolutamente macabra (esto no me gusta), no se pierde la inocencia dentro de la imagen. La forma en que está peinada, las facciones de niña, el color del pelo, todo esto hace que siga siendo solo una niña atrapada en una imagen miedosa.

La razón por la cual la foto es tan aterradora, es la forma en que está tomada, el ángulo en el que la fotógrafa situó la cámara y el tipo de lente que utilizó. Todo estos elementos hacen que la cara de la niña se deforme y se cree esa ilusión donde el cuerpo se ve desproporcional.

Un elemento que no me gusta en la imagen, considero esto algo personal, es el excesivo uso del photoshop. Me pregunto constantemente al mirar esta imagen, ¿cómo sería la foto antes de todo el proceso de laboratorio digital? Cuestiono la luz que veo en la imagen, los brillos de la camisa, los cuales oscilan entre pintura y fotografía. Además veo los ojos azules brillantes de Emilia y me pregunto si son reales. Menciono los ojos porque considero que son parte importante de la imagen, son un atractivo para la mirada del espectador y el que está viendo la imagen va a estar constantemente tentado de volver hacia ese punto. Todos estos elementos hacen que uno se pregunte si lo que está viendo es real o una ficción. Personalmente, considero que una imagen limpia, pura, sin tanto retoque artificial de un programa como photoshop tiene mucho más encanto que algo que ha pasado por tantos filtros que le quitan a una imagen su veracidad.

A pesar de que “Emilia” sea una obra exageradamente retocada, tiene unos atributos que hacen que no se pierda el interés en esta imagen. La obra tiene vida, y los ojos penetran en la mirada del espectador sin remordimiento. La considero una obra que tiene que ser admirada muchas veces para lograr entenderla y aceptarla.


Cristina Nuñez

Universidad de los Andes

1 comentario:

  1. es fascinante y perturbador puesto q en las imagenes de adriana duque hay un poco de misterio

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