El artículo del que hablaré se titula Jim Amaral, una mirada cruda de la soledad del periodista de El Tiempo Camilo Beltrán. En él, el autor habla de cómo según é el autor de “Las islas imaginarias”plasma en su obra la más ancestral frustración del ser humano: la soledad.
En mi opinión el autor se centra mucho en ese sentimiento al escribir, cosa que puede tener sentido si se tiene en cuenta que Jim Amaral, vive para la creación; alejado de la vida social, pasa horas encerrado en su estudio en Bogotá, explorando las posibilidades que distintos materiales ofrecen a su proceso creativo. Sin embargo, pienso que al hablar de la obra olvida una parte muy importante que el artista busca desarrollar en su obra: la libertad, el concepto de lo erótico, lo masculino y lo femenino.
Lo único de lo que habla el autor en este sentido es una breve descripción que reza: “Sin rostro, pero sí con grandes penes, testículos y senos que evocan indefinidas figuras mitológicas, que tienen una gran carga erótica”. De todas formas esta definición se queda corta ya que hace falta explicar al lector que lo que pretende el artista no es escandalizar sino desmitificar la figura humana, para que las personas puedan verse a sí mismas como realmente son.
El curador de la exposición “Islas Imaginarias” Eduardo Serrano, dice que “Jim Amaral ha constituido siempre un acicate para la sensibilidad y la imaginación, un impulso hacia el deleite y hacia reflexiones que se bifurcan conduciendo, por una parte, hacia conceptos y atributos propios del arte, y por otra, hacia situaciones y universos ilusorios, fantásticos, pero siempre producto de íntimas convicciones, de reflexiones e intuiciones particulares, un tanto herméticas, pero no por ello menos estimulantes para el observador”.
Lo anterior puede verse en cómo a través de su carrera, Amaral ha explorado diversos caminos y técnicas en el desarrollo de su proceso creativo y en Como Sus piezas expresan una inquietud por develar el misterio del ser humano: una mezcla entre lo terrenal y lo divino, una necesidad de protección y defensa. Todos estos trabajos revelan su creatividad e imaginación.
Al artículo por esto le hace falta un poco de pasión por la obra, por describirla, como si lo hace Eduardo Serrano cuando dice que el artista hace uso de diversos tipos de medios, técnicas y estilos logrando un ambivalente resultado: a primera vista se trata de unos objetos llamativos, vistosos, que irradian abigarramiento y alegría; pero en seguida, ajustando un poco la retina, toman forma los personajes centrales, algo extraños y melancólicos.
Para concluir pensó que el autor intentó hacer un buen trabajo con la obra sin embargo considero que al ver lo que dice el curador de la exposición se puede notar como el artículo de queda corto con esta obra que combina libremente características de una y otra modalidad plástica, inclusive de argumentación opuesta, haciendo gala, según Serrano de un “delicioso eclecticismo conceptual y estilístico y por ende, de un inagotable arsenal de contextos y recursos”.
Mirna Amador-200710324
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