Exposición de José A. Restrepo, 'Variaciones sobre el purgatorio'

Por Isabel Torres

La noticia sobre la exposición “Variaciones sobre el purgatorio” fue publicada por el periódico El Tiempo, el 14 de marzo de 2011. Su exhibición fue en el Museo de Arte de la Universidad Nacional.

Es una descripción que hace el periodista acerca del contenido de la exposición, empieza a nombrar cada uno de los espacios “arquitectónicamente” y los objetos que se utilizaran en la exposición como proyectores, cables y sistemas de bafles. Que forman esa videoinstalación.

Esta noticia no está bien desarrollada porque el periodista cuenta todo lo que pasa en la exposición, no deja nada a la imaginación del lector ni las ganas de ir a conocer esta exposición, dado que él, describe todo lo que sucede en la exposición, entonces ¿para qué vamos a la exposición, si ya no las describió y nos contó lo que era la exposición? Esa es la pregunta que yo me formularía al leer esta noticia. Es importante que el periodista de una breve descripción de la exposición pero le faltó hablar más del artista, además si la exposición todavía faltaba en terminarse, porque él indicó que la obra iba hasta el 30 de abril, pues no es necesario explicar de qué se trata la obra porque los que las personas que no han ido no van a quedar con la sensación de intriga ni curiosidad ni interés en ver la exposición.

En este aparte de la noticia  “En este espacio los espectadores cumplen un papel primordial: por la falta de luz, se ven como grandes sombras -o ánimas, ya no como seres humanos que entraron a ver la obra- que caminan hacia las llamas, y el eco de las pisadas les brinda un tono terrorífico”, describe hasta el papel que va jugar el  espectador.  

Era importante también resaltar en la noticia los temas que al artista le gusta retratar como la política y la religión pero, el periodista solo los nombra y de pronto al final. Pero si un lector quiere interesarse en la exposición debe ser importante hablar del artista, de su técnica y convicciones, no dar todo en “bandeja de plata” porque ya no será interesante ni atractivo, porque el espectador sabrá que va ir a ver y en qué orden estará la obra.