Basándome en el artículo El arte revivió dos casas deshabitadas en el norte de Bogotá publicado el 3 de marzo de 2011 en la versión online de El Tiempo pienso que el enfoque dado a esta noticia no es el adecuado, puesto que, como hace referencia el titulo, se quiere mostrar como el arte es usado hoy en día como una forma para restaurar viviendas y hacerlas más “bellas” a los ojos de los transeúntes y sus habitantes.
Si tomamos como referencia a Ernst Gombrich y su concepto de belleza, en el cual lo que es bello para el artista puede ser grotesco para el espectador, se debe ver más allá de lo que los diez y seis artistas que participaron en la restauración de estas viviendas plasmaron en sus muros, dado que al haber sólo una fotografía que acompaña al artículo no puede verse realmente en que consistió esta restauración, haciendo con esto que los receptores de la información se queden con una idea vaga de una “bella restauración” y no puedan juzgar por sí mismos si estas casas en efecto quedaron mejor o peor, según el criterio de cada uno.
Asimismo, dentro de este texto se describe a grandes rasgos los retoques que se le hicieron a estas viviendas durante el proceso de restauración, tomando declaraciones de los artistas que las hicieron, las cuales, a mi modo de ver, encierran un mensaje detrás de lo que el redactor mostró en el artículo. Partiendo ahora del documental Plástica: arte contemporáneo en Colombia, específicamente en el capítulo El arte es un tigre de papel, donde hacen referencia al arte conceptual, podemos deducir a partir de las declaraciones antes enunciadas que detrás de estas restauraciones los artistas querían plasmar y dar a conocer sus opiniones y puntos de vista a través de su arte.
Así lo hace ver Luis Estada, uno de los artistas participantes, quien evocó a los sonidos para hacer que los visitantes se fijen en ellos. En sus palabras “Sacar el ‘ruido’ que se hace cuando se descarga el inodoro y hacerlo sonar desde un espacio distinto al del baño hace que la gente lo perciba de otra manera”.
No obstante, en un aparte del artículo se habla acerca de un roto en la cubierta de un cuarto hecho a propósito, el cual surgió para que la gente interprete a su antojo su significado, explica Lorena Ortiz, autora de esta obra. Se puede ver entonces como detrás de un texto netamente informativo se esconden un sinfín de significados, mensajes, opiniones y objetivos, dando como resultado que una simple restauración puede tener otro objetivo aparte del arquitectónico, como por ejemplo el que el mismo artículo menciona pero no presta casi importancia, el de llevar a lugares poco convencionales sus creaciones al no encontrar espacio en las galerías, fomentando así su creatividad y despertando la curiosidad de los demás al asistir a una “exposición” en un lugar tan cotidiano y común.
¿Qué se esconde detrás de estas restauraciones? ¿Cuál es el objetivo real de estos artistas? Si el enfoque se hubiera dado a partir de la opinión de críticos de arte, visitantes a las estas viviendas restauradas y de los propios artistas con respecto a las creaciones presentes en las casa, el contraste de opiniones hubiera dado un texto en el cual se mostrara el espacio que tiene realmente el arte en el país y como éste no sólo llega a las galerías, también hay muchos artistas experimentando y creando realidades a la vuelta de la esquina.
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