miércoles, 30 de marzo de 2011

Soñanado Con Imposibles



Como la mayoría los participantes de la muestra “Ensayos para un mundo perfecto”, Juan Raúl Hoyos ofreció su versión aprovechando para inmiscuir una crítica. Esta obra, que como se ve en la serie de fotografía, fue elaborada entre 2009 y 2011 y consiste en la repetición constante de la imagen de un edificio.

La pieza no se puede considerar ni un cuadro ni una escultura, por el contrario se trata de un montaje. Hecho que además le da un claro individualismo, pues nunca se podrá volver a repetir de igual manera.

Al mejor estilo de las serigrafías que Andy Warhol hizo famosas durante las décadas de 1960 y 1970, el artista acude al uso de colores vivos como el naranja y el fucsia. Sin embargo, éstos se contrastan con la frialdad transmitida por la yuxtaposición del blanco con el negro.

Dicha frialdad se refuerza con la geometría a la que el artista acude, presente en los cubos dispuestos caprichosamente sobre el piso. Tal vez es ese su único rasgo de espontaneidad, ya que el resto de componentes de la obra transmiten exitosamente la sensación de repetición y homogeneidad.

Efectivamente, el artista busca proyectar la homogenización de la sociedad y qué mejor componente que la arquitectura. Especialmente, cuando nuestro tiempo ha sido testigo de construcciones cuadriculadas. Además parecen producirse en masa, a juzgar por lo que se ve al pasar por sectores bogotanos como la Calle Cien con Autopista Norte o la Calle 116 con Séptima.

Sin embargo no coincido con el punto de vista de este artista, pues los sectores que menciono en el párrafo anterior son unos de los pocos donde se replica la suerte de “maqueta” que vemos en las fotos. La mayoría de Bogotá, por ejemplo, es caótica y heterogénea, y no estoy hablando únicamente de sus más humildes sectores. Y si lo que se busca es comprobar el argumento en escala internacional, sólo basta con ir a Rio de Janeiro para observar cómo un lujoso hotel puede perfectamente colindar con una favela.

Pienso, en todo caso, que el mundo actual está cada vez más distante de la pretendida homogenización de la que habla este artista. La misma coexistencia de culturas, lograda hoy a través de la globalización, hace de esta pretensión prácticamente una distopia.

Por: Daniella Hernández Abello
Universidad de La Sabana 

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