martes, 1 de marzo de 2011

Mariposa



Edgar Negret
Mariposa
Escultura en la plaza de San Victorino
2002
Uno de los propósitos de la modernidad era insertar en las ciudades el arte, así en Venezuela las obras de cruz diez se encuentran por las calles, de la misma forma que las de Soto, en Brasil los paulistas y cariocas toman cada uno su rumbo, siendo los primeros defensores de un arte que fuera funcional además de incluir toda la retorica exhibitiva de una pieza, a diferencia de Rio que no creía en la funcionalidad del arte. La oposición en el caso brasilero se debe a una mayor evolución industrial en Sao Pablo.
 El proyecto moderno requería la unificación del arte y la vida en pro de una población más culta quizás civilizada, debe ser por eso que gran parte de las ciudades latinoamericanas invierten en arte público durante las últimas décadas del siglo XX, es de saber común que cuando una ciudad tiene la posibilidad de implementar obras de arte en su espacio, significa un nivel de desarrollo ascendente; hay que tener en cuenta que este fue el pensamiento que rigió hasta finales de los noventa.
La escultura donada por el artista Edgar Negret a la plaza de san Victorino fue realizada en el 2002, su disposición en la plaza conmemora el acto simbólico del alcalde Peñalosa para con la localidad tras una campaña de restauración social del lugar; el alcalde, por medio de la escultura de metal argumenta la recuperación del espacio, la mariposa haría el favor de disminuir los robos en el sector además de ser un atractivo cívico, por medio suyo la plaza connotaría el progreso intelectual y social de Bogotá según la idea moderna de escultura pública. Tristemente el alcalde Peñalosa operó bajo una estrategia moderna, tal vez acertada a finales de los ochenta. Sus errores fueron varios, entre los principales, elige un escultor con un nombre instaurado y un estilo bien definido que hablan de los años 70 en Colombia, cuando la abstracción geométrica se encontraba en su auge; se puede decir que la escultura de la plaza pretende traer a colación la memoria de mejores tiempos para el país, queda la duda de su nombre ¿que pretende una mariposa abstraccionista en la plaza de San Victorino del 2002?
Negret, artista payanes que realizo sus estudios en Cali y posteriormente en Nueva York, desarrolla un concepto llamado escultura orgánica por medio del cual expresa en formas abstractas el paisaje montañoso de colombia y toda su riqueza natural, a veces histórica; Negret en una referencia directa a las formas y materiales del constructivismo ruso, es capaz de representar la Americanidad que por aquellos tiempos surcaba el ambiente intelectual del territorio; cabe tener en cuenta que el constructivismo tenia por intención manifestar la revolución industrial, la del metal la geometría, uniformidad y serialidad que el pueblo ruso debía aprehender. Tenemos contenidos en la mariposa de Negret, tras haberse institucionalizado en el mundo del arte, las nociones de memoria, nos recuerda el paisaje Colombiano; historia, puesto que su realizador es un importante artista de una década pasada que en beneficio de un área corroída ha donado una escultura de su colección; cultura e intelectualidad, debido a su carácter abstracto y la referencia que hace a un animal imposible de notar si no es en el nombre; finalmente y unificando todas las anteriores características, la escultura representa una tradición, un sentimiento de propiedad para con el país; creo que en esto piensan día a día todos aquellos que la rayan mean y deterioran. La mariposa de la plaza de San Victorino tuvo su mayor problema en la época en que fue dispuesta, más que la conmemoración de una recuperación del lugar significa el deterioro de poderes, de una mal maquillada estrategia por justificar presupuestos, pensándolo bien, ahí si se encuentra la tradición, memoria, cultura, intelectualidad e historia de este país.  

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