Aguacero hace parte de la exposición Ensayos para un mundo perfecto, curaduría de Carlos Betancourt, en donde aproximadamente 43 artistas emergentes en Colombia, incluido, Oscar Leone, exponen sus obras en el marco de la primera versión del Salón de Arte BBVA- Nuevos nombres Banco de la República. Esta obra se encuentra en el segundo piso de dicha exposición.
Oscar Leone, artista Colombiano, nacido en Ariguani (Magdalen), ha venido desarrollando investigaciones sobre la comunidades de pescadores en la sector de Pozos Colorados en Santa Marta, y la población de Camarones en la Guajira, su relación con la pesca y sus métodos artesanales han estado de manera implícita en varias de sus obras, incluyendo “AguaCero”. Para esta obra, AguaCero, la locación escogida fue la población de palafitos de la ciénaga, donde las artes de pesca se practican a diario. Esta relación con el entorno que el artista acoge, la asume de manera directa, ya que convive con los pescadores y con la gente de la comunidad.
Aguacero es una obra registrada en video, performática, en donde la imagen del artista se enfrenta al paisaje de la ciénaga y el manglar. En este performance que dura aproximadamente dos minutos con trece segundos, aparece un hombre de espalda, con el torso descubierto y en medio de la ciénaga, éste aparece estático y de pie en el agua sin hundirse, hasta que de repente, cae por si sólo al agua.
El cuerpo se encuentra al principio en el medio de la ciénaga, controlando la situación y asumiendo un roll estático, lo cual genera intriga. Su cuerpo no registra movimiento alguno. Tampoco aparecen en escena elementos distractores a su alrededor, es sólo él y el paisaje, convirtiéndose él en el centro de atención. Sumergiendo sólo los pies, se produce un efecto que atrae a la gente, ya que el cuerpo parece que estuviera de pie en la superficie del agua, algo así como una levitación.
El hombre nunca da la cara, en todas las tomas se encuentra dando la espalda, lo cual denota algún tipo de rechazo. En el momento de la caída, el cuerpo asume una posición horizontal de quien ha sido derrotado y vencido, y antes de caer, el cuerpo recibe un impacto invisible, que puede llegar relacionarse, con un disparo que el hombre recibe por su espalda. Por lo tanto, Aguacero es una obra que remite al espectador a aquella época oscura de la ciénaga en donde abundaron las masacres realizadas por los grupos paramilitares en el año 2000.
El artista logra adecuadamente por medio de este performance trasmitir sentimientos de angustia, intriga, desolación, tristeza y rechazo. La excelente expresión corporal del cuerpo logra representar y trasmitir de igual forma, lo que él artista pretende mostrar, la época oscura de la ciénaga.
FEDERICO GÓMEZ
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