Recuerdos futuros (2010) – Natalia Castañeda
Ensayos para un mundo perfecto, salón de arte BBVA
“Aquello que vemos con los ojos de la memoria no es idéntico a aquello que vivimos: la vida es irrecuperable”. Esta frase del poeta mexicano Octavio Paz describe a la perfección la obra de la artista Natalia Castañeda, la cual consta de tres esculturas de mediano tamaño y puede decirse que amorfas, hechas en madera, yeso y lápiz.
Partiendo de la frase antes mencionada, puede verse entonces como Castañeda a través de formas poco definidas plantea una interesante percepción de los recuerdos y la mente del ser humano, pues aunque la persona haya sido quien vivió las experiencias que forman parte de su pasado, rara vez éstas serán traídas al presente de la misma manera en que sucedieron en aquel momento.
Las formas que componen cada una de las esculturas pueden hacer alusión a los recuerdos que se estén invocando, cada vez más borrosos y difusos a medida que el tiempo vaya pasando, trayendo a su vez nuevos hechos u omitiéndolos, razón por la cual los trazos en lápiz aparecen en el yeso, mostrando como los recuerdos pueden ser alterados por la débil mente humana, incapaz de hacer una fotografía exacta de las vivencias pasadas.
Recuerdos futuros es una obra que hace que el espectador haga un alto y reflexione sobre su pasado, pues visualmente la escultura genera un choque de sensaciones. Al ver la obra por primera vez la impresión inicial que genera es estar viendo las olas del mar, lo que evoca a una sensación de calma y tranquilidad, pero es en el momento en que se descubre el titulo que la obra cambia de significados ante los ojos del espectador, haciendo que éste se pregunte a sí mismo si realmente así son sus recuerdos y trate de evocarlos, descubriendo con esto que su pasado está compuesto de vivencias borrosas, modificadas y que han perdido su forma y significado, pero que aún así perdurarán por siempre.
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