Nathalia Mier
Plástica
El cuarto donde se encontraban los scanner se sentía rugir por el pasillo, el sonido fue el primer acercamiento a la instalación. Por otro lado, toda la muestra tenía componentes inútiles, pero al ser expuestos por los artistas, esas pequeñas banalidades se convertían en algo que decía algo.
El arte conceptual es un universo donde todo se vale, pero donde la sensación está en juego entre lo absurdo que nos exponen los artistas conceptuales y nuestro acercamiento a esas pequeñas formas; materiales, objetos cotidianos, humor, política etc.
La copia fue una de las primeras palabras que se me vino a la mente cuando entré al salón en el que se encontraban los scanner. Todos prendidos proyectaban la luz mientras el movimiento de la palanca que viene dentro de estos aparatos se movía de arriba abajo. Me sentí entonces en un universo Kafkiano, en la revolución de la tecnología y la producción en masa, no dejaban de ser chocante entre el sonido de los aparatos. De repente la instalación me hizo sentir algo; Nausea.
Otra sensación paralizó mi cerebro, a pesar de lo simple que se veía la instalación, la artista me llevó a un mundo de rapidez y copy paste. Me sentía invadida por la luz, el movimiento de esos aparatos en la oscuridad y el impregnarte sonido no dejaban que mi mente estuviese centrada y tranquila. La primera imagen que se me vino a la mente fueron las oficinas, estas las asocié con el scanner, porque no existe un lugar más optimo para utilizar tantos aparatos electrónicos que son necesarios para la producción de una empresa.
Como conclusión debo decir que admiro las cosas prácticas que pueden llegar a reconstruir un espacio donde el tiempo, la rapidez y el constante ritmo de vida -por llamarlo de alguna manera- se hacen presentes sin que nos demos cuenta. Entonces para eso es que están los artistas, para llevar al público a sentir lo que no puede experimentar en su cotidianidad, porque su cabeza simplemente está pensando en otra cosa.
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