En el Taller del artista

Por: Angie Melo

La exposición Ensayo para un mundo perfecto abre las puertas para mostrarnos un poco de las obras de diferentes artistas que mediante distintos materiales, colores, texturas, diseños y formas nos muestran su manera de pensamiento. Uno de ellos es Esteban Peña quien con su obra Taller del artista expone una gran cantidad de elementos como un todo.

Peña, conocido como “el artista de las gotas” exhibe una obra en la que la característica principal podría ser el orden vs el desorden. Para muchas personas los artistas viven en un mundo diferente en el que los conceptos para ellos no son iguales que los que tienen en sus mentes las demás personas. Quizás por eso para ellos este taller, este lugar donde trabaja un artista podría ser más bien una simple mesa llena de desorden y caos.

Esta obra está compuesta por objetos que un artista usa en su vida cotidiana. Sobre una mesa y puestos sin un orden aparente encontramos frascos de pintura, hojas, lienzos, pinturas, borradores de pinturas… En la pared hay pinturas, fotografías, recortes, y en general una gran cantidad de imágenes de personajes públicos.

Me parece interesante que la obra se puede ver desde diferentes perspectivas. Pararse de lejos y apreciarla como un todo es ver una parte del artista expuesta en una instalación. Pero acercarse a detallarla es ver que en realidad son muchas obras que la componen. Me gusta que el espectador puede juntar las dos perspectivas para poder apreciar aún en mayor cantidad lo que el artista es, algunas de sus pinturas y quizás su manera de trabajar.

También me parece que se puede apreciar esta obra como una manera del artista de desligarse de su intimidad y mostrar un poco más de sí mismo. Algo que también hace de esta una obra bastante interesante es la manera como están puestos los elementos dentro de ella, pues el artista seguramente tuvo una razón para poner cada uno en un lugar determinado, pero para el espectador esto no es algo que deduzca a primera vista porque parece algo tan casual; tan real, que definitivamente uno se traslada al taller del artista.