Ernesto Recuero
Sin título - 2010
McDonalds, es una de las empresas de comidas rápidas más conocidas a nivel mundial. Tiene clientes de toda clase, desde niños hasta ancianos. Por ser los mejores clientes los niños, el payaso es uno de sus íconos principales. Pero es un payaso jovial, feliz, alto y simpático. Por esto lo que más me gustó de esta obra, es la manera en que el actor pinta a Ronald McDonald (el payaso de McDonalds) con características totalmente opuestas a las comunes.
Basados en lo anterior, al ver esta obra son muchos los pensamientos que vienen a la cabeza. Como que algún día no muy lejano, este payaso llegará a su fin o, se podría hacer una analogía de que ese payaso consumidor de productos McDonalds ha envejecido y así mismo, podría envejecer o degenerarse el cliente de McDonald. El aspecto comunicativo, la transmisión de información o ideas se cumple totalmente en esta obra.
Por otra parte, la manera en que realiza los trazos, las líneas delgadas negras, dan la sensación de un cuadro vivo, actual, asemejado a un simple dibujo pero que al usar los colores corporativos de la empresa, le generan más vida y claridad al mensaje.
Lo que no me gusta, es la manera en que dibuja el cuerpo del payaso, en la parte del pecho hay como una distorsión, se siente el pecho partido. Siento que no hay profundidad, se ve muy plano y le pudo haber dado más belleza si le hubiera hecho más profundidad.
Finalmente, se puede analizar esta obra como una crítica al consumismo, a la sociedad de hoy. Al lado de esta obra había unos videos del mismo autor que mostraban una degradación de marcas como Piel Roja y Shell, lo que ayudaba a soportar la fuerte crítica del autor a las multinacionales que invaden la sociedad de hoy.
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