miércoles, 30 de marzo de 2011

“Cosecha” de Carlos Castro 2010















Por: María José Pérez Herrán

Luego de asistir a la exposición “Ensayo para un mundo perfecto” en el Salón BBVA de la Biblioteca Luis Ángel Arango, me quedé observando detenidamente las fotografías que había tomado de las distintas obras, pues tenía que decidir cuál escogería. Sin duda alguna, fue una tarea complicada, ya que no estaba apreciando pinturas o esculturas, sino obras sacadas del contexto real, elaboradas con diferentes utensilios y en la mayoría de los casos complejas y extrañas.


No obstante, me llamó la atención una obra de Carlos Castro titulada “Cosecha”, que es simplemente una mazorca que no es mazorca. Para ser más explícita, podría decir que es la tusa de una mazorca, que tiene pegados dientes de humano.


Cuando la vi, me impactó de inmediato. Aunque no me parece una obra armoniosa y agradable, creo que es creativa, novedosa y auténtica.


Una mazorca que en vez de granos tenga dientes, genera en el espectador varias interpretaciones. Por un lado, es contradictorio que un alimento que se caracteriza por ser tierno para que el hombre pueda morderlo y masticarlo con fuerza, esté hecho con dientes, que normalmente, serían los instrumentos duros utilizados por el individuo para comer el alimento. Sin embargo, descontextualizar la mazorca de esta manera, permite ver los dientes como los elementos perfectos a la hora de representar unos granos de mazorca. Además, al ser un alimento duro de morder, puede mostrar paradójicamente, como aquel que lo consuma puede probablemente perder un diente.


Una obra que despierta muchas sensaciones. En mi caso personal no me produce hambre y menos ganas de morderla, pues por obvias razones ocasionaría la pérdida de uno de mis dientes.


Un objeto que no goza del colorido de una mazorca madura recogida en plena cosecha, sino que al verlo desde una distancia no muy cercana parece una simple tusa pelada y escueta.


De igual manera, me gusta que el autor no requiriera de demasiados elementos para lograr una excelente representación de la realidad. Sin embargo, no me gustó que carezca de estética. Aunque, tal vez eso es lo que se quiere lograr, un aspecto despectivo de un objeto, pero que sin ser ostentoso y complejo llegue a ser realmente impactante.

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