Autor: Manuel Hernández
La primera impresión que produce esta obra del artista colombiano Manuel Hernández es la de unos cuantos signos distribuidos al azar sobre una superficie de forma rectangular, las figuras que plasma el pintor tienen formas parecidas a las de algunas letras, por tal razón el receptor en una primera mirada puede pensar que las figuras componen una palabra.
El color que predomina en la pintura es el azul, motivo por el cual transmite tranquilidad, armonía y frescura, aunque ésta es una tonalidad fría la obra de arte no produce tristeza o seriedad sino por el contrarío alegría y juventud, debido a la combinación del azul con colores como el amarillo y el rojo que se encuentran presentes con una intensidad mediana en algunas partes de los signos.
El fondo de la pintura es un contraste entre la tonalidad café y un azul ni oscuro ni claro, el primer color esta presente con más intensidad, por el contrario el segundo da la sensación de transparentosidad como si los signos se encontraran flotando sobre agua. Los trazos con los cuales el artista forma las figuras de la pintura no son definidos, lo que le da a la obra flexibilidad.
La figura que se encuentra en el centro de la parte inferior del cuadro tiene un parecido a la letra w, la diferencia radica en que las líneas no se encentran definidas, por otra parte los rectángulos que están ubicados en cada lado del primer símbolo se pueden ver como las letras i o l. El rectángulo que esta ubicado en el lado izquierdo se encuentra caído hacia un lado, lo cual genera desequilibrio en la obra lo mismo sucede con las figuras que están en la parte posterior de la supuesta w, las que por su posición recaen en la figura señalada anteriormente como si esta fuera la que las sostuviera.
Esta obra abstracta de Manuel Hernández al igual que la mayoría de sus pinturas que se encuentran expuestas en el Museo de Artes Visuales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, muestra el interés que tiene el artista en reflejar el mundo por medio de símbolos, figuras con trazos no definidos y tonalidades frías y calidades dependiendo la obra, creando un propio estiló de arte abstracto.
María José Rojas Herrera
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