viernes, 14 de octubre de 2011

SOBRE ARTE, PARTICIPACIÓN Y ESPACIO PÚBLICO

María Camila Álvarez Pacheco

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Ramon Parramon habla en su texto, Arte, Participación y Espacio publico, de un escenario artístico que rebasa lo institucional y se posiciona como una forma de participación plural, justa y abierta a todo tipo de colectividad: el espacio publico. En la calle o en la web, el espacio publico se abre camino frente a lo tradicional y se consolida como una opción asequible, dinámica, visible; un medio efectivo de cambio social y de mejoramiento de calidad de vida a través de la participación colectiva.

“...Queremos mejor calidad de vida y por eso queremos más participación (...) porque los retos que se imponen nuestras sociedades en el presente y en el futuro inmediato no pueden abordarse al margen de la gente”[1]

El autor cita a Rebollo con el fin de explicar el impacto del arte en la población que busca identificarse, reunirse y comunicarse constantemente. Así como la terapia social que implica el hecho de hacer arte y que estas practicas estén al alcance de todos al incluir y ser de la totalidad como “Arte público”.

El Arte público como espacio de participación en donde los artistas involucran a la ciudadanía y sus espacios convergentes (espacios públicos) adopta un planteamiento de finales de los 80’s realizado por Group Material, en la ciudad de Nueva York .EE.UU. , bajo el nombre de “participación cultural” donde se fomenta la construcción de espacios participativos mediante practicas de interés colectivo.

Parramon insiste en la importancia social del arte y hace énfasis en la responsabilidad política del individuo cuando dice: “Los discursos artísticos transversales se contagian de otras disciplinas para ser un activador con claras implicaciones políticas”[2]. El habla de la figura del artista como detonante “socialmente sensible” y nos invita a crear nuevas situaciones y espacios que evidencien la existencia de un punto de vista alternativo a los sistemas productivos y vehiculadores existentes.[3]

Este texto nos invita a realizar practicas voluntarias, compartidas, pensadas, actuadas y difundidas con el propósito de legitimar el arte que permanece afuera de la institución o de lo social y políticamente aceptado por la comunidad; e invitarnos a expresarnos de forma libre y entender que como artistas tenemos un deber social muy importante: investigar y llevar a la practica nuevas formas de producción e implementar nuevos discursos que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de las personas que viven a nuestro alrededor.

Parramon habla de ser activos y estar comprometidos como artistas pero, más allá de un activismo militante o de adoptar una posición subversiva antisistema, la premisa que deja en mí este texto es “..activismo cultural como la utilización de medios culturales que traten de promover cambios sociales[4] ya que Colombia no necesita mas contractores del gobierno ni activismos apasionados.

Para mi, lo importante del Arte público no reside en recibir aportes, en su institucionalidad, su ilegitimidad ni sus practicas novedosas; esta en adoptar al otro como un ser que tiene un discurso, que piensa y tiene ideas que compartir; es la utilización de un espacio común y el identificarse como un individuo libre pensante ante una colectividad plural que lo acoge y le permite ser el mismo.

Una colectividad que comprende la existencia de ciertas normas de convivencia ciudadana que debe seguir y respetar pero que no se cohíbe, una colectividad que somos todos... una colectividad que indiscutiblemente nos abriría muchas puertas de dialogo interpersonal y nos enriquecería como país y como cultura al hacernos capaces de entender al otro y concebir a Colombia como un gran equipo de personas.

Contador de Palabras: 595



[1] Rebollo Óscar. AA.VV. Trinitat Nova. El plan Comunitario de Trinitat Nova: una experiencia de participación ciudadana. www.pangea.org/trininova. En Parramon Ramon. Arte, Participación y Espacio público. Models de participació en xarxa. Jornada d´innovació estratégica. 15 de octubre de 2003.

[2] Parramon Ramon. Arte, Participación y Espacio público. Models de participació en xarxa. Jornada d´innovació estratégica. 15 de octubre de 2003.

[3] Ibíd..

[4] Wallis Brian. Democracy and cultural activism. En Brian Wallis (ed.), Democracy A Proyect by Group Material, Discussions in Contemporary Cultura n.5, pag. 8 (Seattle y New York: Bay Press and Dia Art Foundation, 1990). En Parramon Ramon. Arte, Participación y Espacio público. Models de participació en xarxa. Jornada d´innovació estratégica. 15 de octubre de 2003.

domingo, 9 de octubre de 2011

¿CRITICAR O ESCRIBIR SOBRE ARTE? JAIRO SALAZAR

Cuando leí el texto de Jairo Salazar en Esfera pública, me llamó la atención el titulo ¿criticar o escribir sobre arte?, y mi pregunta es: ¿escribir sobre arte, no es tener un punto de vista o de reflexión frente a éste? y ¿eso no es crítica?, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, crítica es: Examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc. 

Ahora bien, él agrega: Son pocos quienes se atreven a asumir y llevar su rol como historiadores o como personas cuya responsabilidad primaria debería ser la del documentar la experiencia, producción, y difusión del arte, así como son muchos los que al ser historiadores o tener un conocimiento teórico sobre estética del arte se atribuyen el poder de hablar sobre, o hacer crítica de, arte. Es en este punto donde difiero, considero que escribir sobre arte es un ejercicio complejo, al que no solo podemos ceñirnos desde la documentación, es decir, qué se hace y cómo se hace, pues no es una receta de cocina; es bien sabido que aunque se crea que documentar es tener una visión acrítica de la experiencia, siempre termina siendo intermediada por la subjetividad del que lo hace, desde dónde lo dice y cómo lo dice. 

Sin embargo, considero que el problema no es la crítica, es la forma que se le ha dado, se ha convertido en buscarle el pero a como de lugar, como bien lo ilustra el señor Salazar, no es cuestión ni de buscarle el pelo al huevo ni de encontrarle la quinta pata al gato, pero si el gato tiene cinco patas no podemos ser ajenos a ello y debemos indagar por qué sucede esto, no es simplemente decir: tenía cinco y si tiene esa cantidad es porque debe ser así. 

Por otra parte, en cuanto a la crítica es muy cierto que se ha fundamentado en un discurso metafórico, […] llenos de excesos, referencias, pies de página, y de un lenguaje inflado, florido, y excluyente […] y poco puntual, no es de extrañarse que se esté haciendo de una manera amañada, llena de un lenguaje estilizado, que no es capaz de llegar al fondo para fortalecer el trabajo del artista, sino para hacer un despliegue de cualidades literarias y filosóficas del supuesto crítico. 

Por lo tanto, se hace necesaria una crítica comprometida con el Arte, más allá de los intereses personales, o de un absurdo despliegue de conceptos inflados que dejan de lado lo más importante, el Arte. 

El artículo completo se encuentra en: http://esferapublica.org/nfblog/?p=18613, es muy interesante, aunque considero que tiene muchos puntos debatibles, ya que al igual que él considera que el critico de arte busca muchas veces destruir la obra y al artista, por así decirlo, en el punto que Salazar sugiere que el critico no sabe lo que es hacer una obra, está generalizando y como toda generalización tiende a ser equivoca.

Gloria B.

viernes, 7 de octubre de 2011

Comentario a la Columna de Arena n°18


Aunque gran parte del reconocimiento que consigue un artista puede deberse a las “anécdotas” y circunstancias que lo rodean, lo cierto es que para hablar de su obra hay que, y esto parece obvio, hablar de ella.

Y lo que sucede en esta crítica de José Roca para Columna de Arena es todo lo contrario. Antes de abordar los aspectos formales de las obras de Jacanamijoy, este critico aborda otros temas entre los cuales cuenta el episodio del aeropuerto o los estudios en la Universidad Nacional del artista. Y todo esto con un claro propósito desde el principio, desprestigiar al pintor y arrebatarle todos los méritos a su pintura.

Quizás la obra de Carlos Jacanamijoy pueda parecer aburrida y repetitiva pero creo que un texto que habla de arte con un propósito como el de la columna de José Roca, debería abordar las pinturas e intentar analizar las razones por las cuales estas no encajan en el ideal de (buena) pintura. Y siendo este ideal, nuevamente, arduamente defendido por el escritor.

Uno podría esperar de una crítica a las obras de Carlos Jacanamijoy su abrumante repetitividad a lo largo de los años pero parece poco serio comenzar la argumentación con chismes del calibre: “la mayoría de los artistas, curadores y críticos con los que he podido hablar, quienes consideran - en voz baja - que su obra está sobrevalorada, por decir lo menos”. Por supuesto señor Roca, los artistas, curadores y críticos dicen muchas cosas, como todo el mundo, pero eso no viene a tema en una crítica que espera ser seria porque a todo el mundo (y esto incluye los artistas, curadores y críticos que usted tanto escucha) le gusta también hablar por hablar.

Si se va a hablar de la obra de Carlos Jacanamijoy esperaría leer un poco más sobre sus pinturas, porque el hecho de que tenga o no tenga familiar senador, en lo personal, no me importa en lo mas mínimo.