viernes, 7 de octubre de 2011

Comentario a la Columna de Arena n°18


Aunque gran parte del reconocimiento que consigue un artista puede deberse a las “anécdotas” y circunstancias que lo rodean, lo cierto es que para hablar de su obra hay que, y esto parece obvio, hablar de ella.

Y lo que sucede en esta crítica de José Roca para Columna de Arena es todo lo contrario. Antes de abordar los aspectos formales de las obras de Jacanamijoy, este critico aborda otros temas entre los cuales cuenta el episodio del aeropuerto o los estudios en la Universidad Nacional del artista. Y todo esto con un claro propósito desde el principio, desprestigiar al pintor y arrebatarle todos los méritos a su pintura.

Quizás la obra de Carlos Jacanamijoy pueda parecer aburrida y repetitiva pero creo que un texto que habla de arte con un propósito como el de la columna de José Roca, debería abordar las pinturas e intentar analizar las razones por las cuales estas no encajan en el ideal de (buena) pintura. Y siendo este ideal, nuevamente, arduamente defendido por el escritor.

Uno podría esperar de una crítica a las obras de Carlos Jacanamijoy su abrumante repetitividad a lo largo de los años pero parece poco serio comenzar la argumentación con chismes del calibre: “la mayoría de los artistas, curadores y críticos con los que he podido hablar, quienes consideran - en voz baja - que su obra está sobrevalorada, por decir lo menos”. Por supuesto señor Roca, los artistas, curadores y críticos dicen muchas cosas, como todo el mundo, pero eso no viene a tema en una crítica que espera ser seria porque a todo el mundo (y esto incluye los artistas, curadores y críticos que usted tanto escucha) le gusta también hablar por hablar.

Si se va a hablar de la obra de Carlos Jacanamijoy esperaría leer un poco más sobre sus pinturas, porque el hecho de que tenga o no tenga familiar senador, en lo personal, no me importa en lo mas mínimo.

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