Descripción de una obra abstracta.
Es grande, como el tablero de un salón de clase. Es oscura e inevitablemente eso te atrae. Es mi obra favorita en esta sala. El fondo es negro y sobre él hay muchos rayones y lineas, de color sobre todo amarillo ocre, y detrás (¿o encima?) pedacitos de verde aguamarina, azul turquesa, azul un poco morado, rojo carmesí, amarillo limón y marrón. Todo luce un poco desteñido, casi que como pintados con tiza, como si lo estuvieramos viendo detrás de un poco de bruma, o de ceniza, o de esa capa polvosa justo después de una explosión.
No obstante, los colores brillan detrás de una tenue bruma, y los rayones se expanden y sobreponen caóticamente formando más rayones, más líneas, más montonera. No se sabe en donde quedarse, en donde detener la mirada, porque si ves un rayón estás viendo otro, estás viendo una red de líneas superpuestas, que forman un triángulo que en realidad es una torre llena de triangulitos, que luego es otra figura, y luego esa figura está cubriendo casi la mitad del cuadro...
Si se mira a la derecha hay menos luz que en la parte izquierda, que es de un ocre opaco con incrustaciones de colores en forma de piedritas preciosas; esmeraldas, zafiros, rubíes, etc. En toda la parte inferior parece tejerse una cuadricula inutilmente; todo arriba se desbarata. No estoy segura en dónde comienza el desorden, hacia donde se dirije, a veces parece que explota, otras veces que el negro se lo está tragando todo.
Explosión en una catedral
Autor: Max Ernst
Fecha de creación: 1960
Técnica: Óleo sobre lienzo
Tamaño: 130 x 195 cm.
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