BARCELÓ, Miquel. “Ramo Inclinado” 1998 Técnica mixta. Colección Museo Botero
Esta obra realizada en 1998 hace parte de una serie de cuadros inspirados en sus viajes a África, el Mediterráneo y otros lugares que influyeron en el uso y representación de la naturaleza a través de la implementación de lo orgánico. Se caracterizó por utilizar una gama de colores densa, espesa y oscura por medio de los cuales representaba su visión del mundo como una vorágine.
A simple vista se observa que el autor no utiliza líneas definidas para representar el objeto, sino que lo hace de una forma abstracta. Él hace uso de manchas de colores cálidos que revelan un objeto de la naturaleza, un arbusto o ramo, durante la estación de otoño. Sin embargo, se observan algunos trazos delgados y suaves que dan la impresión de que el artista estuviera representado algunas ramas del objeto.
Asimismo, los tonos tierra transmiten una sensación de calor que se entremezcla con la percepción de que el ramo, se está marchitando; la cual se reafirma con los suaves y escasos tonos verdes que se dejan ver entre los tonos amarillos y cafés.
En cuanto a la textura el autor se ha caracterizado por el uso del relieve y materiales densos; ambos elementos pueden ser apreciados en ésta obra. Éstos recrean la textura frondosa de la planta y al mismo tiempo la textura corrugada y áspera de las hojas en esta época del año.
Aunque no hay líneas que definan una figura como tal, en los bordes de las diferentes manchas si se muestra una forma curva, lo que hace que se perciba cierto movimiento lento, como cuando las hojas se balancean con el viento.
Por otra parte, no se observa que haya profundidad en la obra, más bien se percibe un plano cerrado en detalle de las hojas del ramo. No obstante, en la parte superior hay un pequeño espacio con una tonalidad azul, que hiciera referencia al cielo y desde este punto sí se podría hablar de cierta profundidad en la pintura, de perspectiva.
“Ramo Inclinado” de Barceló inspira tranquilidad y calidez, no obstante, también transmite un sentimiento de cambio y renovación que es evidente en la naturaleza, pero lo presenta como un fenómeno que ocurre transitoriamente y lo representa en su mayoría con el uso del color. Es una obra que acerca a la naturaleza, a la acción de contemplarla y apreciarla; es una representación de los paisajes que observó el autor y que transforma y comunica a través de esta pintura.
ANA MARÍA SARMIENTO MARTÍNEZ
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